Prólogo:
Respiró profundamente, su papá
había prometido volver antes de la cena, pero era tarde y aun no llegaba, cerró
sus ojos suplicando con fervor infantil a aquél que estuviera en las alturas
que su padre llegara pronto, su mirada se encontraba clavada en la ventana,
afuera solo la nieve caía, y papá aun no llegaba…
El teléfono sonó y su madre
corrió hacia él, la escuchó decir algunas frases y luego soltarse a llorar…
Horas después se veía rodeado
de personas vestidas de negro, una caja de madera muy brillante en el centro de
la habitación, aun no entendía que pasaba, su madre lloraba mucho abrazando esa
caja, su abuela también lloraba con su madre… se vio de negro, pero aun no
entendía que pasaba… seguía esperando a que su padre llegara para que mamá ya
no llorara… un hombre entró al lugar, su corazón latió rápido, pero no era
papá… se sentó en un rincón a esperar… pasaron las horas… su padre no llegaba… desde
su rincón pudo ver una ventana, había luz, era de día y papá aun no regresaba…
de pronto alguien tomó su mano… volteó a ver, unos infantiles ojos marrón…
Mamá tampoco ha regresado –
escuchó una voz – papá dice que se fue de viaje al cielo…
Una lágrima rodó por sus
mejillas… su mente infantil comprendió lentamente… sintió como le abrazó… le
beso una mejilla y marchó junto a un hombre… mientras veía alejarse la silueta
supo con certeza que papá no volvería… también se había ido de viaje… estaba en
el cielo.
Capitulo 1
– Mudanza –
En la nueva casa Kraller Von
Hëller reinaba el caos, la mudanza había dejado el lugar de cabeza, un chico de
unos catorce años se encontraba buscando a su madre debajo de las cajas… su
padre intentaba ayudarlo aunque no se le notaba muy preocupado por su esposa.
Ayúdame, o cuando encuentre a
mamá le diré que tu no querías encontrarla – amenazó el chico al mayor.
Bien, te ayudaré solo porque
no quiero que tu madre se enoje – rio buscando por otro lado donde una pila de
cajas hacían prácticamente un muro, después de cinco minutos de ardua búsqueda
una mujer pelinegra fue encontrada encerrada por un sinfín de cajas…
Odio mudarme
– fue lo primero que dijo al estar frente a su esposo e hijo
Te lo dije –
comentó el chico hacia su padre – ahora me debes 50€
¡Hey! yo te mantengo así que
estamos a mano
Mamá dile que
me pague – se quejó el chico
Frederick
Vladimir Kraller Höllen, págale al chico
– habló amenazadora
Por favor Katy… es la cuarta
vez en mes y medio que debo pagarle por una tonta apuesta…
No es mi
culpa que siempre pierdas, así que págale…
¿Te puedo pagar con cariño?
Quiero
efectivo – habló el chico divertido por el berrinche de su padre
Bien te lo
daré en la cena… - habló derrotado el hombre
La familia Kraller Von Hëller
acababa de llegar a la ciudad, provenían de Berlín, tres miembros la integran,
Katherine Von Hëller, la madre, Frederick Kraller, el padre, y Bill Kraller Von
Hëller, el hijo…
Falta una semana para el
inicio de un nuevo ciclo escolar y Bill se encuentra nervioso, teme no encajar
en su nueva escuela… su madre le explicó que nadie podría rechazarlo porque el
es el chico mas encantador del mundo, a lo que le respondió que ella lo decía
por ser su madre… pero a pesar de lo que Bill diga su complexión delgada, sus
cabellos negros como la noche, sus ojos marrón, labios sensuales y piel tan
blanca como la leche hacen un conjunto perfecto de hermosura y delicadeza…
La noche caía y las cajas aun
se encontraban esparcidas por toda la casa, ni la cocina misma estaba en
condiciones de ser usada aun, así que su padre propuso salir a comer ya que no
habían almorzado y allí metidos tampoco cenarían, tomó su auto, un Audi de
última generación, y junto a su familia fueron a buscar un restaurant…
Querido dobla en la esquina
recuerdo que hay un restaurant bastante bueno en esa calle – comentó Katy quien
iba como copiloto
Llegaron al lugar, se miraba
cálido, acogedor y hogareño, pidieron una mesa y un mesero los guió hasta una
que se encontraba cerca de la chimenea que calentaba el lugar, el menú les fue
entregado para luego tomar su orden…
¿Saben? – Comentó su madre –
cuando era joven acostumbraba venir a comer aquí con mis amigas de la secundaria,
aun recuerdo a la dueña, la señora Hals…
Entonces esto tiene mucho de
estar funcionando… - habló papá – creo que lo recuerdo también, una vez vine
con mis abuelos, fue para un cumpleaños de mi padre…
¿Del abuelo Jhon? – Preguntó
Bill - ¿Cuántos cumplía?
Creo que treinta y cinco, yo
era un chiquillo, por eso solo lo recordé cuando tu madre mencionó a la dueña,
era muy amiga de mi abuela… - comentó – y no he vuelto desde esa vez, como ya
sabes hijo toda mi vida la hice en Berlín desde donde tu abuelo dirigió la
compañía que mi abuelo fundó y ahora dirijo…
Y que yo no dirigiré –
puntualizó Bill
Ya me voy resignando a que no
te guste esto… - habló algo serio – pero mientras seas feliz y tu primo Heinz
se interese por esto creo que estamos a salvo…
Gracias papá – sonrió el chico
¿Por qué?
Por ser el mejor papá del
mundo, no me obligarás a hacer algo que no quiero y eso me parece perfecto… -
concluyó el chico
No sigan o me harán llorar –
habló su madre haciendo reír a los dos, de pronto una familia ocupó la mesa de
al lado, los padres y dos chicos, los Kraller siguieron conversando hasta que
el hombre de la mesa vecina se acercó a ellos…
Katherine y Frederick Kraller,
¿son ustedes? – preguntó un hombre castaño, alto y de unos cuarenta y tantos
años.
¡Oh por dios! Jörg Kaulitz, cuánto
tiempo – sonrieron los esposos - ¿Cómo has estado?
Muy bien, y ustedes ¿Qué hacen
por acá? – les sonrió
Hoy nos mudamos – comentó ella
– Fred tiene que dirigir la compañía desde el punto central y ese punto está
aquí, mientras que Jhon está a cargo en Berlín.
¿Él es su hijo? – habló
observando al chico
Así es – sonrió su madre
Soy Bill, mucho gusto señor
Kaulitz – saludó algo tímido
¿Y Simone? – habló su madre
Oh, está en la mesa con
nuestros hijos – volteó para llamar la atención de su esposa, una rubia
bastante guapa – Hey querida, ve a quienes trajo el viento…
¿Katy y Fred? – Habló
emocionada – ¡hace cuento tiempo! ¿Diez años quizá?
Creo que sí – habló Fred
Fue un gusto saludarlos,
deberíamos ponernos de acuerdo para salir y rememorar viejos tiempos – se
despidió Jörg
Claro, también fue un gusto –
hablaron los esposos
¿Mamá quien era ese señor? –
Preguntó Bill cuando iban ya camino a casa
Un amigo de la infancia, y al
que no veo desde hace mucho tiempo…
Ah…
Llegaron a casa, para su
suerte fueron inteligentes ya que lo primero que fue puesto en su lugar fueron
las camas, así que todos pudieron caer rendidos en un suave colchón, la noche
pasó tranquila, pero al día siguiente tuvieron que volver al trabajo, Katy se
encargó de la cocina y la sala, Bill de su habitación y su padre de la cochera
y la habitación principal, el caos reinaba por todos lados, a pesar que los
muebles habían sido instalados por los de la mudanza las demás cosas tuvieron
que ser puestas por los Kraller.
Fred creo que debemos pedir
auxilio – concluyó Katy – es lunes y aún no hemos terminado…
Podemos llamar al abuelo y el
enviará a alguien - comentó Bill bajando
con un par de cajas por la escalera
Si, vamos querido – rogó –
nuestro hijo tiene razón, quizá pueda enviar a Nigel
Si papá, sé bueno… - puso ojos
de cachorro su hijo
Bien llamaré a mi padre, que
envíe a Nigel – habló tomando el móvil ante la mirada atenta de su esposa e
hijo
-Papá ¿cómo estás?
-Oh ellos están bien
-si algo cansados… es por eso
que te llamaba, quería ver si podías enviar a Nigel
-ha resultado difícil
-sí, gracias papá
-saluda a mamá
-te quiero, te veo el próximo
mes
-hasta luego…
¿Y bien? – hablaron a coro
madre e hijo
Llega en una hora, parece que
mi madre ya había presentido que sería mucho para nosotros… - habló sentándose
en el suelo – ah y viene con todo su equipo.
Bien, ahora podré huir… -
habló feliz Bill ante la mirada extrañada de sus padres – quiero decir conocer
el barrio…
Pero no te tardes mucho –
consintió mamá
Llévate el móvil – habló su
padre – siempre lo dejas y nunca hay forma de contactarte…
Si claro… bien los veo luego –
salió el chico más que feliz, caminó rumbo a un parque cercano, lo había visto
el día que se mudaron, así que allá iría, en realidad no le interesaba mucho
conocer personas, solo quería sentirse acogido por el lugar… la naturaleza…
llevaba consigo su reproductor, caminó a paso lento, vio a varios chicos en el
patio de una casa en algo que parecía una fiesta, era extraño que en lunes
hicieran una parrillada… en fin, eso no le interesaba, solo lamentaba haberse
mudado porque tuvo que dejar a sus amigos en Berlín, Olive, Marcus, Harry,
Sasha, Lía, Carl y Beth; habían prometido llamarse y hablar por webcam pero no
era lo mismo, los extrañaba y sus padres lo sabían… el por su lado entendía que
a papá y mamá también les era difícil empezar de nuevo en un lugar diferente,
lejos de su amada Berlín… entre sus devaneos estaba cuando alguien que iba muy
rápido chocó con él tirándolo al suelo con violencia.
¡Ouch! ¡Fíjate! – gritó Bill
ya en el piso.
Lo siento – rió la voz de un
chico – pero tu tuviste la culpa, yo venía en mi patineta y no te quitaste…
¿Qué? Pero si que eres un
idiota – empujó con furia al cuerpo que aun estaba sobre él – ¡ciego estás!
¿Te ayudo? – una mano se
extendió hacia el
No gracias, puedo solo – trató
de levantarse pero su brazo izquierdo punzó de dolor - ¡ah! ¡Mi brazo!
Si te ayudo – dos brazos algo
fuertes lo levantaron en un instante del suelo
Me duele… - se quejó Bill,
pronto estuvo de pie y pudo observar al chico que había ocasionado tal daño en
él, de cabello rubio y rastado, ojos marrón, labios rosados, y piel blanca algo
bronceada
Soy Tom – dijo sonriendo – y
veo que te golpeaste el brazo…
Vaya que eres un genio, me
acabo de quejar, es lógico – bufó molesto Bill
Hey espera – detuvo Tom al ver
que Bill comenzaba a caminar rumbo a casa – es cierto fue mi culpa
Gracias Dios – dramatizó Bill
– ya era hora
Eres un tipo extraño – rio Tom
logrando que la mirada del pelinegro se clavara en él de una manera asesina
Lo soy, cierto, ahora me largo
– habló tomando el camino al parque.
Espera no te quise ofender –
volvió a detener el rubio – discúlpame…
¿Ves que fácil es pedir
perdón? – Volvió a sonreír Bill – Soy Bill
Eres nuevo, ¿cierto? – observó
Tom al chico detenidamente, cabello negro azabache, ojos marrón, labios rosa…
piel blanca pálida… y cuerpo algo femenino…
Si… - desvió la mirada, tan
solo escuchar esa pregunta le aterraba.
¿Cuándo te mudaste?
Ayer, apenas llegamos al
lugar… - habló aun algo incómodo
¡Pues bienvenido! – Sonrió Tom
– y a que escuela irás, porque vas a la escuela ¿cierto?
Si, creo que se llama “Intelectus” o eso creo haberle escuchado a mamá – trató de
razonar consigo mismo
Yo voy a esa escuela, ¿becado?
¡Jamás! – casi gritó Bill,
haciendo reír a Tom
Bien, ya… no eres becado… eso
quiere decir que tus padres tienen dinero – razonó Tom
Algo así – se cohibió, no le
gustaba hablar de dinero, era de mal gusto.
Oye, hay una fiesta ¿quieres
ir? – invitó el rubio alegre
Si ya me fijé… te agradezco la
invitación pero no es muy lo mío… prefiero ir al parque… - habló cortésmente el
pelinegro
Oye, en serio se va poner
genial, vamos, ven conmigo… - insistió
Realmente no quiero Tom –
trató de razonar con el rubio – no me gustan, prefiero estar solo…
Bien, no vengas a la fiesta…
pero entonces déjame acompañarte ¿vale? – clavó sus orbes marrón en la figura
de Bill
Está bien… aunque te cansarás
y desearás estar en la fiesta… - sonrió el chico empezando a caminar, después
de todo quizá ya no se sentía tan solo… sus amigos de Berlín no estaban allí
pero había conocido a un rubio no muy coordinado que parecía interesante…
Como no va a resultarle interesante el rubio no muy coordinado a Bill jijiji... si ya me lo imagino todo lindo.
ResponderEliminarEl capítulo te ha quedado fabuloso, todo lo has hecho muy bien explicado.
Excelente trabajo muñeca y por favor no nos hagas esperar tanto para publicar el siguiente capítulo XD
Besitos de tu amiga sweet.naughty.angel
I love you so much ♥
Awwww mi hermosa Sweet! I love you too!!!!
EliminarBueno ya es publicación cada viernes así que este viernes pongo el cap 2!!!!!!!
Y si vieras lo que esos dos se traeran... vas a amar a Tom más de lo que ya lo haces!!!! XD
Besos!
Tuya Siempre
Drivialida
Amar a Tom es inevitable, es mi gran amor, pero me guardas el secreto porque si Bill se entera me busca y me ahorca por mal hablada jijiji...
ResponderEliminarEstoy más que listísima para disfrutar del nuevo capítulo. ¡Que emoción!
Besitos y un gran abrazo ♥