Capitulo 5
– La niñera Parte II –
¡Tú debes ser Bill! –
intervino Jimmy haciendo que tanto el rubio como el castaño dejaran de rumiar
maldiciones mentales en contra del otro y se fijaran en el moreno que parecía
algo desubicado
Eh… sí, soy yo, Bill Kraller…
tu eres Jimmy ¿cierto? – le sonrió ignorando a los demás fijando su atención en
el pequeño rubio que lo observaba con sus ojos casi azules “muy distintos a los
de Tom” pensó Bill
Tom se comporta como nena cada
vez que te menciona – rió ganándose una promesa de asesinato por el rubio mayor
y una risilla de parte del moreno.
¿Por qué lo dices? – intervino
Georg algo más relajado e interesado en el tema, eso sería un haz bajo la manga
que podría utilizar contra Kaulitz.
Eso a ti no te importa – habló
enojado y tomando de la mano a Bill para llevárselo lejos del castaño que puso
cara de pocos amigos por la actitud del niño.
Niño hijo de…
¡Cállate Listing! Con mi
hermano no te metas, no seas cabrón – dijo Tom molesto por la actitud del
castaño.
Kaulitz, parece que te
llevaste el premio mayor, fuiste el primero en conocer a ese suculento chico –
sonrió de lado Georg
Parece que te llama mucho la
atención, sin embargo para que quede claro Bill no es un premio, además el
destino decidió que me topara con él y no tú, así que deja de joder y ya dime
que mierda quieres – habló viéndolo directamente a la cara poniendo cara de
fastidio.
Solo quería decirte que Julie
ya está disponible por si deseas follártela – sonrió con malicia picando el ego
herido de Tom quién se mordió los labios para no soltar una que otra grosería
no apta para los oídos de su hermano
Hay una gran diferencia entre
tú y yo Listing, Julie no me interesaba en lo más mínimo, era mi amiga hasta
que tú decidiste engañarla y confundirla, qué bueno que le aprovechaste porque
ahora mismo estás perdido – le sonrió de una manera poco bonita haciendo que el
castaño se estremeciera.
¿Me estás amenazando?
Tómalo como una advertencia –
dijo comenzando a caminar hacia donde Bill y Jimmy reían a gusto – y por cierto,
no vuelvas a llamarme…
El castaño bufó, eso no se iba
a quedar así, ahora Tom tenía a su nuevo capricho y no pensaba dejárselo para
él solo, ese niño era realmente apetitoso, de una especie rara y curiosa que
embrutece los sentidos, se mordió los labios observándolo por última vez, dio
la vuelta y volvió a casa, Bill iba a ser suyo, eso era definitivo, ahora era
personal.
¿De qué hablan? – preguntó Tom
al llegar junto a los chicos
Jimmy me contaba sobre su
último accidente – rió Bill
Si, es gracioso ahora, pero lo
hubieras visto llorar como nena cuando cayó de las escaleras, entonces no era
gracioso e hizo que mamá llamara al médico – rió viendo como su hermanito
arrugaba la nariz en señal de disgusto – es un llorón
¡No soy una nena! – gritó poniéndose
rojo de la vergüenza
Déjalo Tom – comentó Bill
riendo, le resultaban tan graciosos ese par de rubios.
¡Me voy a buscar perros! –
dijo Jimmy saltando rumbo al bosque, los dos mayores no acertaron a entender
hasta pasados unos segundos cuando ya el niño había desaparecido
¿Perros? – dijo Bill con duda
A veces es mejor ignorar lo
que dice, sufre de hiperactividad o un tornillo no viene incluido – sonrió Tom
sentándose en una roca lo suficientemente grande como para que Bill también lo
hiciera - ¿Y qué me querías contar?
¡Hablé con él ayer! – gritó
con emoción, cosa que hizo doler algo dentro de Tom, una sonrisa forzada salió
de sus labios antes de preguntar
¿Y se arreglaron?
¡No es obvio!, dijo que me
quiere – saltó feliz abrazándole, automáticamente los brazos de Tom contestaron
rodeando ese cuerpo cálido que se entregó a él tan repentinamente, aspiró el olor suave de su cabello y el aroma
natural de su piel, llenó su alma con cada sensación olvidando por un segundo
que no era precisamente la situación indicada, pero por un segundo se abandonó
a la fantasía de poder estar así con él por la eternidad, de besar esos labios
rosa que reían de felicidad, de poseer ese cuerpo delicado que se aferraba al
suyo…
Jimmy estaba sentado a unos
pocos metros observando la escena, vio como su hermano hablaba con el rostro,
se conocían muy bien, el niño muy a pesar de ser pequeño y tener nada de
experiencia con ese tipo de situaciones sabía que Tom esta irrevocablemente en
camino de enamorarse de ese chico, suspiró pensando en qué dirían sus papás,
negó con la cabeza, todo lo que venía a su mente no era muy bueno, esperaba a
que cuando sucediera las cosas fueran distintas…
¡Eso es maravilloso! – se
obligó a decir Tom cuando se separaron
Es lo que creo, ahora me
siento completo, el mundo vuelve a ser feliz… vuelve a brillar – volvió a
sonreír
Disfrútalo Bill – sonrió
sinceramente, no le quedaba más que sonreír, no era nadie para pensar o sentir
lo contrario
Oye Tom, ¿por qué tú y Georg
se portaron tan odiosos uno con el otro? – dijo Bill haciendo que el rostro del
rubio se pusiera duro.
Listing, era un buen chico –
comenzó a decir después de un rato meditando y recordando todo lo que había
llevado a odiar al castaño – nos divertíamos todo el tiempo, solíamos ir a casa
de Gustav a pasar las tardes jugando, íbamos juntos al colegio, en la misma
clase, teníamos los mismos gustos… todo eso fue antes de entrar a la
secundaria…
¿Y? – lo animó a seguir
mostrando su interés en el asunto
De pronto él cambió – dijo
arrugando la frente como tratando de no soltar una grosería al recordar todo lo
pasado – se alejó sin ninguna explicación, tanto Gustav como yo nos
preguntábamos que sucedía con él, al inicio quisimos hablar con él pero siempre
habían evasivas, así que decidimos alejarnos y obviarlo, nos encontramos con
otras personas interesantes como Julie Phört y Jessica Lour que se volvieron
grandes amigas nuestras, también Jonathan Blegs ha hecho parte de nuestro grupo
de amigos… ayer que nos topamos iba precisamente a la casa de Jessica, era de
ella la parrillada, los meses pasaron y de Georg ya no sabíamos mayor cosa y
dejó de interesarnos, así acabó el año, pero en vacaciones llamó su madre a
casa para preguntar por él, mamá que estaba enterada del rompimiento de nuestra
amistad se lo informó con muy poca sutileza (cosa muy común en ella), pronto
nos enteramos de que se había escapado de casa para ir con sus amigos a Berlín…
dos semanas después cuando lo encontraron lo metieron a un centro de ayuda o
algo así, la verdad no me enteré, al salir juró que se vengaría de mi por
haberlo delatado (cosa que jamás hice) una tarde nos encontramos sin querer y
le expliqué con mucho esfuerzo que nada tenía que ver con lo que le había
sucedido, eso había sido cosa de mi madre… limamos asperezas y nos ignoramos
nuevamente, al iniciar este semestre que terminó él se fijó para nuestra
desgracia en Julie, ella se había enamorado de él desde que lo vio y se embobó
cuando le propuso salir, a pesar de que le advertimos que solo quería jugar con
ella ya que ha hecho lo mismo con varias chicas (muchas)…
… ella cayó en su juego, él
siempre creyó que yo tenía especial interés en ella, pero jamás lo he tenido,
es una amiga, muy buena amiga, por eso hoy me citó aquí casualmente, solo para
comentarme que ya… bueno tu entiendes, y que la dejaba a mi entera disposición…
- terminó el rubio con voz casi autómata como procesando todo nuevamente,
ponerlo en palabras había sido más duro que recordarlo solo de vez en cuando como
un manto borroso, tampoco entendía porque le había comentado todo tan
sinceramente al moreno, sin embargo algo de su conciencia o de su corazón se
había liberado con esa confesión.
Tom, eso es… muy malo –
comentó sorprendido Bill por todo aquel mar de acciones que acababan de ser
descritas por ese rubio que ahora se presentaba sumamente afectado ante sus
ojos, pensó y analizó al castaño en una milésima de segundo y su cerebro no
hacía “click” con lo contado y la figura que se presentó ante él ¿realmente era
el mismo chico del que Tom hablaba?
El viento comenzó a soplar
levemente haciendo que los cabellos de ambos se agitaran, el silencio se
instaló en sus corazones por algunos segundos que les parecieron eternos, creer
en algo así o revivirlo no era muy grato, Tom se sentía algo culpable cada vez
que analizaba el tema del castaño y Bill aun no podía creer en todo cuanto
había escuchado, Jimmy se paró de donde observaba, cogió una piedrecilla y la
lanzó hacia Tom acertándole en la cabeza provocándole un “ouch” al rubio, rio
bajito antes de hacer los mismo con Bill.
¡Enano! – gritó Tom olvidando
sus pensamientos buscando con la mirada divertida a su rubio hermano.
¡Jimmy! – gritó también Bill
sobándose la cabeza
¡A qué no me atrapan! – gritó
el niño saliendo de su escondite para poder mofarse enteramente de los dos
mayores – soy más listo y rápido
¡A él! – gritó Tom comenzando
a correr cosa que Bill imitó, ambos comenzaron a correr al pequeño rubio que en
realidad más que hermano de Tom daba la impresión de ser hijo de Flash, corría
como todos los demonios haciendo que ambos se tropezaran a cada rato entre
ellos, cosa que lo hacía reír divertido, cualquiera que los viese pensaría si
tuvieran unos años más que eran dos padres jugando con su hijo, sin embargo
eran dos chicos tratando de castigar al pequeño delincuente rubio que osó
pegarles en la cabeza.
¡No me van a atrapar! – volvió
a mofarse antes de internarse por el bosque rumbo al claro más cercano, ambos
lo siguieron corriendo mientras reían ¿Cuánto había pasado desde cada uno se
había divertido de esa manera? Mucho definitivamente, esas risas y aquella
persecución le causarían una nostalgia monumental a Tom, cuando en el avión
regreso a Alemania varios años después se preguntara ¿Cuándo su vida se había
ido al carajo? ¿Cuándo se había olvidado de ser como aquel muchacho que junto a
ese ser especial corría libremente por el bosque sin preocuparse de nada,
siendo feliz con el corazón y no con la cartera? Se sonreiría guardando una
lágrima y abrazando al hombre que viajaba a su par, tratando de sentir de esa
manera especial nuevamente…
¡Te atrapé! – gritó Bill al
tener al pequeño en sus brazos, gracias al impulso para cogerlo ambos yacían en
el suelo pronto Tom se les unió al lanzarse sobre ellos aplastando a Jimmy con
su peso entero, los tres rieron con el aire cortado.
¡Tom quítate! – habló con voz
asfixiada Jimmy por el peso del mayor, cosa que lo hizo reír y levantarse
lentamente, muy lentamente ante las risas de Bill que miraba demasiado
divertido al par de rubios que tenía a la par.
¡No eres invencible! – declaró
Tom con voz triunfal viendo como el niño ponía cara de pocos amigos
¡Fue Bill quien me atrapó no tú!
– le sacó la lengua abrazándose al cuerpo de Bill aprovechando que ambos
estaban en el suelo aún.
Por un momento esa escena le
pareció molesta a Tom, ver que alguien más abrazaba ese delgado cuerpo del
Vampiro le causaba un sentimiento bastante extraño en él, “es inevitable…
acéptalo” le susurró esa voz, esa odiosa voz que bien podría pasar por su
conciencia, repasó nuevamente la escena y entendió que Jimmy lo había hecho a
propósito, era como si se hubiese confabulado con su conciencia para hacerle
una mala jugada, al final soltó una risa al entender a su hermanito,
simplemente Jimmy ya había aceptado a Bill como futuro “hermano”, pero a como
pintaban las cosas se iba a quedar esperando, ya que el chico estaba nuevamente
con su novio y mejor que nunca.
Hay que pararnos – sugirió
Bill al sentir como un par de insectos se acercaban amenazantes a sus cuerpos,
el primero en ponerse de pie fue el rubio mientras Tom ayudaba al moreno a
pararse, y los tres se sacudían las hojas que se habían pegado a sus ropas –
Jimmy eres como Flash…
Pero tú no te quedas atrás,
corres rápido, y no parece con ese cuerpo de nena que te cargas – rio el niño
Bueno, a veces las nenas
también somos fuertes – rio también el moreno, ya se había acostumbrado a esos
comentarios, además sabía que Jimmy no lo había hecho con una mala intención,
era un niño al fin y al cabo
Oigan, yo también hice mi
esfuerzo – dijo Tom haciéndose el ofendido y comenzando a caminar rumbo a la
salida del bosque.
Bueno Tom tiene razón, el
también casi te alcanza, es muy bueno corriendo a pesar de que está enamorado
de su patineta – picó Bill sacándose esa espinita desde el día que le había
conocido.
¡No estoy enamorado de mi
patineta! – Se defendió – simplemente llevo una hermosa relación con ella…
El es raro – susurró Jimmy
sonriendo – pero ahora está de greñas con su amada, hoy la dejó botada en un
rincón…
Deja de susurrar, me pones
nervioso – regañó Tom haciendo que Jimmy lo viera molesto y tomase la mano fría
de Bill, lo analizó de pies a cabeza, si Tom decidía ser gay y salir con un
chico Bill era perfecto, estaba decidido no había mejor prospecto que ese chico
moreno y pálido al que le gustaba las bromas y podía reírse con facilidad, Bill
le resultaba divertido a Jimmy, su forma de vestir y su manera de caminar le
recordaba un tanto a una película de Drácula que había visto hace poco,
esperaba que a este no se le ocurriera chuparle la sangre, porque sería una
lástima cayéndole tan bien como lo hacía.
Oye Tom – preguntó Bill
poniéndose a su lado y tomándolo del brazo inconscientemente mientras con la
otra mano llevaba a Jimmy – sé que quieres preguntarme algo… ¿Qué es?
Eh… - tragó grueso intentando
buscar un punto de inicio, pero por más que pensaba no podía encontrarlo
Tom es gay – comentó Jimmy de
lo más natural causando una mirada de sorpresa por parte de los dos
¡No!, ¡No sé! ¡Cállate enano!
– gritó rojo de la vergüenza
Tom, era eso lo que me querías
preguntar… digo respecto a ¿qué se siente? – sonrió Bill viendo asentir al
rubio.
Bill, sabes que estoy
confundido… solo quiero que me cuentes que se siente estar con alguien de tu
mismo sexo… que te ame alguien del mismo sexo, ¿Cómo sabes si eres gay? – dijo
con frustración viento como Jimmy se alejaba para darles espacio de hablar
cómodamente
No puedo decirte como saber si
eres gay o no… simplemente descubres que hay un chico que te atrae, o al menos
así sucedió conmigo, poco a poco entendí que los chicos son mi atracción, y no
las chicas, las respeto mucho y son geniales pero no es mi área, yo ansío a un
chico para besar y no a una mujer… tienes que saber que es lo que te motivo
Tom… - dijo poniéndose rojo por lo dicho – y tampoco puedo decirte que se
siente estar con un chico porque… bueno… yo, soy virgen, jamás he hecho el amor
con nadie…
¿Qué? – Tom no sabía si saltar
de la alegría o ponerse triste – pero y tu no has… bueno con tu novio…
No, aun no… esperaremos a mi
cumpleaños para hacerlo – volvió a sonrojarse – es en octubre así que…
Eso hizo revolucionar la mente
de Tom, estaban en Julio, eso le daba un par de meses para conquistar a Bill
¿había dicho conquistar? Bueno… todo dependería de si Bill se dejaba enamorar,
porque él… el estaba en camino para enamorarse con locura de ese chico… ahora
lo entendía, no era homosexual… era Billsexual.
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