dejo esta canción porque considero que puede ayudar a ambientarse en el mundo en que se desarrora el cuento...
En un lugar olvidado, de otro mundo quizá, existió un príncipe que debía gobernar… nobles y plebeyos a su nombre merecían adorar, nunca nadie tan bello y tan perfecto había vivido en aquel lugar, su madre, la reina, a las hadas de todo el reino mandó a llamar, quería que su hijo tuviera los poderes que solo un ser divino puede alcanzar…
Majestad, las hadas han llegado ya – habló la dama de más confianza de su alteza
Que pasen a éste lugar – ordenó
Una a una las hadas fueron llegando, todas habían adoptado el tamaño humano para ser visibles a su majestad…
Lumina, el hada mas radiante del mundo de la luz llegó y observó al pequeño bebé que dormía plácidamente en la cuna de mármol y oro a orillas de aquel rió en la inmensidad del bosque donde se encontraban… - yo – habló tocando con su varita mágica al niño – te otorgaré toda la luz que necesites, tu guía llegará cuando la pidas, siempre serás guiado para evitar el dolor… por el resto de tu vida y de la reencarnación de tu alma…pequeño príncipe mi regalo será eterno…
Ahora era el turno de Stea, el hada de la noche, tocó al pequeño antes de pronunciar – te entrego a ti los ojos en el corazón, te servirán para encontrar el camino a la verdad, aún si en la noche mas oscura no brecha que te guíe a ella, sabrás siempre quién miente… podrás conocer así tu destino más allá de lo que tus ojos carnales te lo muestren… - tocó también al pequeño con la varita.
Así fueron pasando las hadas, Rouă, el hada del agua, Suspin, el hada del viento, Alb el hada de la sinseridad, Rubin, el hada de la intensidad, Aur, el hada de la riqueza, Trist, el hada de la emoción... por último pasaron Iubit y Valoare las hadas del amor y el valor, ambas tocaron al pequeños con sus varitas y pronunciaron...
En tu vida habrá valor y amor, a veces juntos, otras separados, pero solo una clase de amor te exigirá el valor verdadero, y solo una clase de valor te exigirá el amor verdadero, el día que lo encuentres serás feliz por el tiempo que te reste en ésta vida y las reencarnaciones de tu alma, ese amor te guiará y reencontrará siempre, a pesar de los años o las vidas, siempre se amarán... – dicho esto tocaron al niño con las varitas dejando ver una estela luminos de varios colores que fue saliendo de las varitas de cada una de las hadas presentes...
¡Alto! Falto yo... – habló un hada de gestos duros y sonrisa torcida, era Ură, el hada del recor, había sido exiliada hacía doscientos años, por el bisabuelo del pequeño principe, gracias a que por ella se iniciaron las guerras entre los reinos de Cupru y Bronz, tras haber sembrado la rivalidad entre ambas... – yo le quiero dar mi regalo al pequeño heredero...
Todas las hadas guardaban silencio, ni un solo movimieto, el terror recoría el cuerpo de la corte entera y de los seres magicos allí presentes...
Te condeno – habló con voz estruendosa – a nunca encontrar el amor verdadero – la reina cayó inconsiente al escuchar aquello, los demas presentes ahogaron un grito de terror – morirás al cumplir quince años de una manera inesperada, y tu reino caera contigo... – al terminar de decir aquellos soplo un aire fetido en el rostro del pequeño que lo hizó llorar, dio una mirada de suficiencia antes de desaparecer...
La corte entera estalló en sollozos, el Rey corrió a abrazar a la reina y a su pequeño que aun sollozaba en brazos de una de las hadas, todo estaba perdido, todas habían entregado su poder, nadie podría retroceder aquello, el pequeño principe estaba condenado a morir...
¡Alto! – gritó un hada joven desde atrás de las demas hadas – aun falto yo...
Nadie reconoció a aquella pequeña hada, seguramente sería la mas joven, aquella que había nacido en esos mismos días dentro del capullo del clavel mas grande del bosque encantado...
Soy Hurí – habló acercandose a los reyes – muy don es la belleza, por eso no puedo anular la maldicion de Urä, pero puedo cambiarlo... – habló tocando al principe – ya has sido bendito con la belleza así que nada puedo hacer con mi don, pero quiero darte otro regalo, en ésta vida no has de encontrar el amor, pero no tardaras mucho en encontrar a quien te acepte con tu condición... tu tiempo será tenido, no morirás a los quince años, naceras en otro lugar, y aunque el tiempo pase en este reino, siempre el principe serás, y solo quien te ame podrá probar incluso con su sangre que es digno de ti... – tocó al pequeño, antes de susurrar algo que parecía un cuento...
pd. esto continuará, es como un mini fic para dejarles un poco de ambientación, irán apareciendo fragmentos del cuento en el fic principal =)
Besos Drivialida =)
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